Refugi del Gerdar | Estany Negre de Cabanes | Estany Llong
En nuestra última escapada al pirineo de Lleida realizamos una ruta circular con inicio y fin en el refugi del Gerdar, cerca de Esterri d'Àneu (Pallars Sobirà). A través del Vall de Cabanes accedimos a dos lagos: el Estany Negre de Cabanes y el Estany Llong.
Empezamos la ruta en el refugi del Gerdar al que se puede llegar en coche. Avanzamos unos metros por la pista hasta encontrar una pequeña zona de aparcamiento donde hay postes indicativos con varias rutas. Nosotros seguimos la dirección al Estany Negre de Cabanes, situado en la zona periférica del Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
La primera parte de la ruta asciende de forma progresiva a través de un espectacular abetal. El río de Cabanes queda a nuestra izquierda, un poco hundido. Pasamos por un canchal y cruzamos el río por un puente de madera. Enseguida encontramos una bifurcación y continuamos por la derecha.
Subimos por un terreno pedregoso con bastante pendiente. Antes de llegar al Estany Negre de Cabanes encontramos el desvío al Estany Llong (poste indicativo) y que seguiremos durante el camino de vuelta. Una pequeña subida nos acerca al Estany Petit de Cabanes y, un poco más arriba, aparece el Estany Negre de Cabanes, con una pequeña isla.
Estany Petit de Cabanes
Estany Negre de Cabanes
Tras descansar un rato retomamos la marcha. Regresamos sobre nuestros pasos buscando el sendero hacia el Estany Llong (poste indicativo). Al encontrar mucha nieve no seguimos la ruta habitual que sube en paralelo al río. Decidimos avanzar en línea recta, abriendo camino, hasta alcanzar un collado desde el que divisamos el lago. Bajamos hasta la orilla por una pradera.
Estany Llong
El camino de vuelta nos lleva de nuevo hasta el puente de madera sobre el río Cabanes, que no cruzamos. Continuamos hacia los Plans de Breviari. por un sendero que se adentra en el bosque. Avanzamos hasta llegar a un pequeño llano herboso con un poste indicativo. Para regresar al refugi del Gerdar hay que seguir por la izquierda, por el camino que baja hacia el río. A partir de aquí, el abetal es aún más impresionante. Cruzamos por un puente de madera y subimos un poco para llegar de nuevo al punto de inicio de esta ruta.
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