Fábrica de Guerreros de Terracota en Xi’an: una parada imprescindible tras el museo | China
Nuestro tour al famoso Ejército de Terracota desde Xi’an fue una de las jornadas más completas e inolvidables de nuestro viaje por China. La actividad incluía transporte, guía y entradas al yacimiento, pero también una interesante visita a una fábrica de réplicas artesanales que realizamos al final del recorrido. Una forma perfecta de cerrar el día tras haber presenciado uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes del mundo.
El impacto de ver el Ejército de Terracota por primera vez
A unos 35 kilómetros del centro de Xi’an, llegamos al complejo arqueológico donde se encuentran las tres grandes fosas excavadas. Nada te prepara para la magnitud y el detalle de lo que estás a punto de ver.Comenzamos por la Fosa 1, la más grande y espectacular. Desde las pasarelas elevadas pudimos observar cientos de guerreros alineados en formación, cada uno con rasgos únicos. La Fosa 2 nos mostró una gran variedad de figuras: arqueros, caballería, carros de guerra… aún en proceso de excavación. Y por último, en la Fosa 3, nos acercamos al supuesto cuartel general del ejército, donde se encuentran figuras de alto rango.
Todo el conjunto es sobrecogedor. Lo que más nos impresionó fue el nivel de detalle: desde las expresiones faciales hasta la posición de las manos o las armaduras. Es imposible no sentirse pequeño frente a un legado tan colosal.
La parada final: visita a la fábrica de réplicas
Después de la visita al sitio arqueológico, nuestro tour incluyó una parada en una fábrica local de réplicas de guerreros de terracota. Lejos de ser una visita comercial, resultó muy interesante y educativa.Allí nos explicaron cómo se producen las réplicas utilizando técnicas tradicionales heredadas de la dinastía Qin. Vimos cómo se moldea el barro, cómo se seca y cómo se hornea cada figura. Lo curioso es que estas réplicas también tienen detalles únicos, imitando el estilo personalizado de los originales.
Había figuras de todos los tamaños: desde pequeñas esculturas como recuerdo hasta guerreros a tamaño real. También aprendimos cómo se embalan y exportan a todo el mundo. Fue el broche perfecto a un día lleno de historia y cultura, que nos permitió entender aún más la magnitud de este hallazgo y su legado actual.
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