El Ejército de Terracota de Xi’an: una experiencia histórica inolvidable | China
A solo 35 kilómetros del centro de Xi’an, nos encontramos con uno de los hallazgos arqueológicos más fascinantes del mundo: el Ejército de Terracota. Fue en 1974 cuando unos campesinos, excavando para instalar un sistema de riego, descubrieron por casualidad estas figuras que llevaban siglos ocultas bajo tierra. Desde entonces, este lugar se ha convertido en uno de los grandes iconos turísticos de China y una parada obligatoria para quienes visitamos la antigua capital imperial.
¿Qué es el Ejército de Terracota?
Este impresionante conjunto escultórico fue creado para proteger la tumba del emperador Qin Shi Huang, fundador de la Dinastía Qin y primer unificador de China. Cada una de las figuras —más de 7.000 guerreros y caballos en total— fue moldeada en tamaño real, con expresiones, vestimentas y posturas únicas. Verlas en formación de batalla, alineadas bajo los hangares que hoy las protegen, es una experiencia impactante.
Lo más llamativo es que no hay dos figuras iguales. Es imposible no quedarse hipnotizados ante la perfección con la que se esculpieron los detalles: los bigotes, los peinados, las placas de armadura, las posiciones de los brazos… Una obra de arte colosal que aún sigue revelando secretos.
Las tres fosas del complejo
Durante nuestra visita, recorrimos las tres principales fosas excavadas:
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Fosa 1: la más grande y espectacular. Aquí se encuentran la mayoría de los soldados, todos perfectamente alineados, como si estuvieran listos para entrar en combate. Es la imagen más icónica del complejo.
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Fosa 2: aunque más pequeña, ofrece una visión diferente del ejército: aquí se pueden ver unidades especializadas como la caballería, los arqueros o los carros de guerra. Parte de esta fosa sigue en excavación, lo que añade emoción al recorrido.
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Fosa 3: la más pequeña de todas, pero con un gran valor simbólico, ya que se cree que era el cuartel general, con figuras de alto rango.
Además, el complejo cuenta con un museo anexo donde se exhiben figuras restauradas, armas originales y dos impresionantes carros de bronce en miniatura que fueron hallados cerca del mausoleo.
Nuestra experiencia y consejos para la visita
Aunque el sitio puede ser muy concurrido, recomendamos planear bien la visita. Nosotros llegamos temprano y dedicamos unas dos horas para recorrer con calma las fosas y el museo. El acceso se realiza con entrada nominativa (con pasaporte) y la demanda suele ser alta, por lo que es aconsejable comprar los billetes con antelación.Una de las cosas que más nos impresionó fue la magnitud del complejo y cómo se ha preservado para el público. Cada pasarela y mirador está diseñado para que se pueda observar desde diferentes perspectivas sin dañar el entorno arqueológico. Y lo mejor: la sensación de estar frente a algo verdaderamente único en el mundo.
Después de visitar el impresionante Ejército de Terracota, completamos la experiencia con una parada en una fábrica de réplicas artesanales, donde nos explicaron el proceso de creación de las figuras siguiendo técnicas tradicionales. Una forma perfecta de entender aún más el legado de esta joya arqueológica.
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