Camino de Santiago | De Melide a Pedrouzo (Galicia)

🗺️ Mapa de la ruta |
🎬 Vídeo de la ruta |
De Melide a Ribadiso
La jornada comienza en Melide, desde donde partimos temprano rumbo a Arzúa, la siguiente gran localidad en el Camino de Santiago. Esta etapa, aunque larga, no presenta grandes desniveles, lo que facilita el avance. El primer tramo nos lleva por Boente y Castañeda, dos pequeñas aldeas que conservan el espíritu del Camino. Desde aquí, continuamos hacia Ribadiso, donde un puente de piedra sobre el río Iso nos regala una de las postales más bonitas de la ruta.
De Ribadiso a Arzúa
Tras Ribadiso, el sendero sigue hasta Arzúa, famosa por su delicioso queso con Denominación de Origen Protegida. En esta localidad, el Camino del Norte se une al Camino Francés, por lo que es un punto de encuentro de peregrinos de distintas rutas. Arzúa es también la última gran localidad antes de Santiago de Compostela, con múltiples servicios para los caminantes.
De Arzúa a A Calle
El recorrido sigue por senderos serpenteantes y pequeños tramos de carretera hasta A Calle, donde hicimos una parada en el conocido Bar Tía Dolores, un lugar ideal para reponer fuerzas con comida casera y un ambiente acogedor.
Pedrouzo: un descanso merecido
Después de un largo día de caminata, nuestra intención era encontrar alojamiento en alguna de las localidades previas, como Salceda, Brea o Santa Irene, pero todos los hospedajes estaban completos. Por ello, decidimos continuar hasta Pedrouzo, un pequeño pueblo que, aunque discreto, cuenta con los servicios esenciales para los peregrinos.
Nos alojamos en la Pensión Codesal, un establecimiento con un trato cálido y familiar, ideal para descansar antes de afrontar la última etapa hacia Santiago de Compostela. Su lema, “El trato humano y sobre todo familiar, ayuda a que el huésped se relaje y descanse plácidamente durante su estancia”, es completamente cierto. Un lugar acogedor que recomendamos sin duda.
Las típulas: insectos inofensivos y claves para el ecosistema
Durante el trayecto, nos encontramos con unos insectos que llamaron nuestra atención: las típulas. A primera vista, parecen mosquitos gigantes, pero en realidad no pican y son completamente inofensivas. Muchas personas las eliminan por error, creyendo que representan una amenaza. Sin embargo, son fundamentales para el ecosistema, ya que se alimentan de néctar y contribuyen a la polinización. Así que, si ves una típula en el Camino, ¡déjala seguir su ruta como buen peregrino!
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