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Si buscáis una experiencia de senderismo que combine historia, naturaleza y vistas espectaculares, esta ruta por el Parc Natural del Garraf es ideal para vosotros. El recorrido, de 19 km y 800 metros de desnivel , conecta El Garraf con Sitges siguiendo el trazado del GR5 . Durante el trayecto, descubriréis antiguos caminos, masías históricas y paisajes únicos que os harán disfrutar al máximo de este entorno natural. Inicio en El Garraf: Primeros pasos por el Camí de Can Lluçà La aventura comienza en la plaza de la estación de RENFE de El Garraf . Desde aquí, girad a la izquierda tras salir de la estación, cruzad la carretera mediante un paso subterráneo y comenzad a subir por la Avinguda del Castell siguiendo las marcas rojas y blancas del GR-92 . En la plaza del Garraf Park , tomad a la derecha y continuad recto hasta que el camino sustituya a la calle. El primer tramo de la ruta, conocido como el Camí de Can Lluçà , pasa bajo el puente de la autopista. Pronto encontraréis las ruin

Entre octubre y diciembre se da la recolección de las bayas del madroño. En estos momentos se encuentran en el punto óptimo de maduración. En la Parc del Garraf hay muchos de estos arbustos lo que puede ser un aliciente más para salir de excursión y disfrutar de la naturaleza. Nombre científico.   Arbutus unedo Descripción.  Arbusto de hoja perenne color verde oscuro, originario de los litorales de la Europa meridional y muy extendido en la península Ibérica. Alcanza de 2 a 3 metros de altura. Florece durante el otoño y que tarda alrededor de un año en madurar. Pertenece a la amplia familia de las Ericáceas. Su fruto es redondo y del tamaño de una cereza grande, de superficie granulosa e interior jugoso y naranja intenso. Este fruto tarda un año en madurar y en esta época aparecen ya en la planta las flores de la próxima fructificación. Foto . Tomada en  El Parc Natural del Garraf

La piedra seca es una tradición constructiva extendida por el mediterráneo.  Estas cabañas eran construcciones auxiliares de los agricultores de la zona. La piedra se colocaba en seco, sin mortero o material de unión. Esta arquitectura está plenamente integrada en su medio, aprovechando los recursos y materiales que se encuentran. Tenían la función de ser cubierta de herramientas y animales de tiro, a la vez que como lugar de descanso, o como lugar donde refugiarse en caso de tormenta.