El mural de Carles Arola en la Plaça dels Sedassos: el icónico mural trampantojo de Tarragona
Si paseas por la Parte Alta de Tarragona, uno de los rincones que inevitablemente te atrapará la mirada es la Plaça dels Sedassos. Un espacio lleno de vida, terrazas y ambiente local, donde historia y arte urbano se entrelazan en una de las fachadas más icónicas de la ciudad. Lo que parece ser una casa del siglo XIX repleta de balcones y personajes es, en realidad, un gran mural que se ha convertido en símbolo cultural y turístico de Tarragona.
El mural trampantojo de Carles Arola
El mural de la Plaça dels Sedassos fue pintado en 1995 por el artista barcelonés Carles Arola Vera, especialista en la técnica del trampantojo o trompe-l'œil. Esta forma de pintura busca engañar al ojo del espectador, generando la ilusión de tridimensionalidad y haciendo que la obra se confunda con la arquitectura real.El objetivo no fue únicamente decorar una pared desnuda, sino también integrar el arte en el entorno histórico de la Parte Alta. Así, Arola recreó una fachada típica de la Tarragona decimonónica, con balcones abiertos al estilo mediterráneo, llenos de flores y detalles que evocan la vida al aire libre.
Personajes y símbolos ocultos en la fachada
La fuerza de este mural está en los detalles. Entre sus balcones y ventanas ficticias encontramos una representación de las “fuerzas vivas” de la sociedad de finales del siglo XIX: nobles, un capitán con su vara de cintas de colores, un médico, una arlequina y otros personajes que encarnan las tradiciones locales.Otros símbolos refuerzan el mensaje cultural de la obra:
-
La primavera y la vida cotidiana: flores, puertas abiertas y persianas levantadas transmiten frescura y alegría.
-
La Semana Santa: la presencia de una palma en un balcón recuerda las celebraciones religiosas de la ciudad.
-
La libertad: una jaula abierta con un pájaro evoca el deseo de emancipación.
-
El autorretrato del pintor: Carles Arola aparece pintando en uno de los balcones, acompañado de su esposa regando las plantas. Incluso su taller, con rótulo incluido, forma parte de la composición.
-
El caballo: situado en la parte baja del mural, recuerda la vida urbana del XIX, donde los animales eran parte del día a día.
Con el paso de los años, el mural se ha enriquecido con nuevas intervenciones del propio autor en ventanas ciegas de edificios cercanos, como la figura de una abuela o el rostro de un niño.

Un icono imprescindible de Tarragona
El mural de la Plaça dels Sedassos ha traspasado la categoría de simple obra urbana para convertirse en una postal obligada para los visitantes. Aparece en guías de viaje y es uno de los lugares más fotografiados de la Parte Alta. Su capacidad de conjugar tradición, historia y arte lo han convertido en un referente de la ciudad, tanto para turistas como para los propios tarraconenses, que lo han visto integrarse con naturalidad en el paisaje cotidiano.Además, forma parte de un recorrido artístico más amplio de Carles Arola en Tarragona. Otra de sus obras destacadas fue el gran mural del Mercat Central provisional en la Plaça Corsini, que rodeó la carpa del mercado entre 2007 y 2017 y se convirtió en una de las intervenciones artísticas más recordadas de la ciudad.
Comentarios