Pisa y Florencia en Diciembre: un viaje inolvidable por la Toscana | Italia
Llegada a Pisa y primer contacto con la ciudad
Salimos desde el aeropuerto de Girona con destino Pisa. Una de las ventajas de esta ciudad es que el aeropuerto está muy bien conectado: basta con tomar un tren desde la terminal hasta la estación Pisa-Centrale. Los billetes se pueden comprar fácilmente en máquinas automáticas y en varios idiomas.Para pasar la noche elegimos el Hotel Santa Croce in Fossabanda (web oficial), un edificio del siglo XIV totalmente restaurado. Nos sorprendió gratamente: habitaciones amplias, calefacción, baño privado, desayuno buffet y un gran patio que le daba un encanto especial. Además, estaba muy cerca del Campo dei Miracoli, el corazón monumental de Pisa.
El Campo dei Miracoli y la torre inclinada
De camino al Campo dei Miracoli disfrutamos de un paseo por las tranquilas calles de Pisa y las vistas del río Arno. Apenas había turistas, lo que hizo la experiencia aún más agradable.Al llegar al Campo dei Miracoli, la impresión es inmediata: una gran explanada presidida por cuatro joyas arquitectónicas —el Duomo, la Torre de Pisa, el Baptisterio y el Camposanto. Compramos un biglietto conjunto (15 €) para visitar los monumentos, pero lo que más nos fascinó fue la icónica Torre Inclinada.
Subirla es toda una experiencia: piso a piso, sientes la inclinación bajo tus pies como si en cualquier momento fueras a caer. Desde arriba, las vistas son magníficas y, en la explanada, no falta la típica foto de los visitantes "sosteniendo" la torre.
Rumbo a Florencia
Desde la estación Pisa-Centrale tomamos un tren hacia Florencia Santa Maria Novella. El trayecto es rápido y los billetes se compran sin problema en las máquinas de la estación.En cuanto al alojamiento, Florencia nos pareció bastante más cara que Pisa. Finalmente nos decidimos por el Hotel Alex (web oficial). Aunque la web prometía más de lo que era en realidad, el hotel cumplía lo básico. No estaba en pleno centro, pero con la parada de autobús justo enfrente en 10 minutos estábamos en el corazón de la ciudad.
Descubriendo Florencia
La primera impresión fue el contraste: de la calma de Pisa al bullicio turístico de Florencia. Sus calles estaban llenas de gente, pero la riqueza artística y monumental lo compensa con creces. Visitamos la Piazza della Signoria, con el imponente Palazzo Vecchio, la fuente de Neptuno y la famosa reproducción del David de Miguel Ángel.El Duomo de Florencia nos dejó sin palabras, con su espectacular cúpula y el campanile. También el Baptisterio, aunque un poco deteriorado por el tráfico cercano.
En cuanto a museos, solo en el Palazzo Pitti pudimos entrar directamente. Para la Galería de la Academia (donde se encuentra el David original) y la Galería Uffizi, las colas eran tan largas que optamos por comprar entradas para el día siguiente y así evitarnos horas de espera.
No nos olvidamos de dos lugares imprescindibles:
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El Ponte Vecchio, que une las dos partes de la ciudad separadas por el río Arno.
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La subida a la Basílica de San Miniato al Monte, un rincón más tranquilo con un mirador espectacular que regala una de las mejores vistas panorámicas de Florencia.
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