Circo romano | Tarragona
El circo romano de Tarragona está entre los mejor conservados de Occidente, a pesar de que la mayor parte de su estructura sigue oculta bajo viejos edificios del siglo XIX. Fue construido a finales del siglo I d.c. Tenía una forma alargada con unos 325 metros de largo y hasta 115 de ancho, y se calcula que tenía una capacidad de 30.000 espectadores. En el siglo XVI se convirtió en el palacio de los reyes de la corona catalanoaragonesa y posteriormente en prisión.
Actualmente se puede visitar el extremo oriental, donde además de la fachada monumental y las gradas pueden contemplarse las bóvedas de San Hermenegildo y del Enrajolat. También existen unos túneles o pasadizos subterráneos y puertas de acceso que comunicaban con las cárceles y este circo. Su vida útil fue muy larga, casi 300 años, posiblemente hasta el S. V. Es posible que se siguiese utilizando hasta el S.VII, ya bajo dominación visigoda.
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