La Cueva del Ojo del Elefante: miradores naturales con vistas únicas en Guilin | China
¿Qué es la Cueva del Ojo del Elefante?
La Cueva del Ojo del Elefante es una perforación natural en la roca situada justo donde estarían los ojos del “elefante” que da forma a la colina. Se formó hace millones de años sobre un antiguo río subterráneo, antes incluso que la conocida Cueva Shuiyue, y su estructura permite hoy al visitante asomarse a través de dos ventanas naturales con forma de orificio.
Con unas dimensiones aproximadas de 2 metros de alto, 10 metros de ancho y 50 metros de largo, esta cueva no solo destaca por su valor geológico, sino también por la experiencia visual que ofrece. Desde su interior, los orificios actúan como auténticos miradores excavados en la roca, permitiendo observar paisajes distintos a cada lado, como si el propio elefante estuviera contemplando el mundo a través de sus ojos de piedra.
Cómo llegar: una subida entre piedra y vegetación
Para acceder a la Cueva del Ojo del Elefante, primero hay que llegar hasta la base de la Colina de la Trompa del Elefante, situada en la confluencia de los ríos Lijiang y Tahoua, al sureste del centro urbano de Guilin. Desde allí, se toma el sendero que parte de la zona sur de la colina. Unas escaleras de piedra bien trazadas nos guían ladera arriba entre vegetación y rocas calizas hasta alcanzar la entrada de la cueva.Aunque el ascenso no es excesivamente largo, sí requiere cierta precaución, especialmente en días húmedos, ya que algunas zonas pueden estar resbaladizas. El esfuerzo, sin embargo, vale completamente la pena.
Dos vistas, dos mundos: el ojo derecho y el ojo izquierdo
Una vez dentro de la cueva, la experiencia se divide en dos partes. Cada “ojo” de la colina ofrece una perspectiva única:
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Desde el ojo derecho, se abre una vista natural impresionante: el río fluye entre las montañas de Tashan y Chuanshan, creando una escena que parece pintada con tinta china. Es el lado más sereno y contemplativo del recorrido, ideal para detenerse unos minutos y dejar que el paisaje hable.
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Desde el ojo izquierdo, la vista se orienta hacia la ciudad. Se puede observar una panorámica urbana de Guilin, con sus edificios, calles y vida cotidiana extendiéndose bajo nuestros pies. Este contraste entre lo natural y lo humano convierte la visita en una experiencia completa: dos miradas, dos realidades, un mismo lugar.
Descubre en vídeo las vistas únicas que ofrece esta cueva natural en lo alto de Guilin.
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