Ruta a la Cascada de Lleret: un tesoro escondido en el corazón del Pallars Sobirà | Lleida

En pleno corazón del Pirineo de Lleida, escondida entre los pliegues montañosos del Valle de Cardós, se encuentra la Cascada de Lleret, un rincón de naturaleza pura que seduce a todo aquel que se aventura hasta allí. Este salto de agua, alimentado por el deshielo y las lluvias de la alta montaña, ofrece una experiencia de senderismo accesible, ideal tanto para familias como para senderistas experimentados que buscan descubrir paisajes auténticos lejos de las rutas más transitadas.
En este post te contamos todo lo que necesitas saber para planificar tu ruta a la Cascada de Lleret: cómo llegar, qué esperar del camino y por qué este enclave se ha convertido en una joya oculta del senderismo en el Pallars Sobirà.
De Tavascan a Aineto: un paseo entre montañas y patrimonio
La ruta comienza en el pueblo de Tavascan, justo frente a su puente románico, donde encontraréis un poste informativo y un pequeño punto de información turística. Desde aquí, basta con seguir las marcas del sendero GR11, que os acompañará durante gran parte del recorrido.
El primer tramo, de unos 20 minutos hasta Aineto, discurre entre montañas y ofrece unas magníficas vistas al Pantano de Tavascan. El sendero está bien trazado y resulta ideal para entrar en contacto con el entorno natural del Valle de Cardós.
Una vez en Aineto, situado a 1.200 metros de altitud en la vertiente este del Pic de Serra Plana, os espera un pequeño tesoro arquitectónico: la iglesia de Sant Romà, una construcción sencilla pero única gracias a sus dos campanarios de espadaña. Sus pinturas murales originales del siglo XII se conservan actualmente en el Museu de la Seu d’Urgell. También merece la pena visitar el lavadero y la fuente del pueblo, ambos restaurados con mimo.
Tavascan |
De Aineto a Lleret: entre paisajes espectaculares y sendas de montaña
Desde Aineto, continuaréis el ascenso hacia Lleret, en un tramo que requiere algo más de tiempo y atención. En total, el trayecto os tomará una hora y cuarto, atravesando un camino pedregoso que puede volverse resbaladizo si ha llovido, por lo que se recomienda llevar buen calzado y avanzar con precaución.A lo largo del sendero, disfrutaréis de vistas impresionantes del entorno montañoso, con tramos abiertos que permiten contemplar la grandeza del Pirineo leridano. Aunque el terreno es más exigente que el tramo anterior, el camino está bien señalizado y ofrece una experiencia muy gratificante.
Al llegar a Lleret, situado a 1.384 metros de altitud, encontraréis otro apacible núcleo rural con mucho encanto. No dejéis de visitar la iglesia románica de Sant Corneli i Sant Ciprià, así como su fuente y el lavadero. Durante nuestra visita, nos sorprendió encontrar una salamandra congelada en la fuente, un detalle que recuerda la crudeza del clima en estas cotas elevadas.
Lleret al fondo |
Sant Corneli i Sant Ciprià |
Camino de regreso y desvío a la Cascada de Lleret
Para completar la experiencia, al iniciar el camino de regreso hacia Tavascan, justo a la salida de Lleret veréis un cartel que indica el desvío hacia la Cascada de Lleret. El sendero, de fácil acceso, os conducirá hasta este impresionante salto de agua, rodeado de vegetación y con el sonido del agua como banda sonora natural.Este rincón, alimentado por el deshielo y las lluvias de la montaña, es perfecto para descansar y dejarse llevar por la belleza del paisaje. Una vez disfrutada la cascada, solo queda retomar el camino principal de regreso a Tavascan, cerrando así una jornada completa de senderismo en el Valle de Cardós, entre pueblos con historia, vistas de alta montaña y naturaleza en estado puro.
Cascada de Lleret |
Naturaleza viva: el origen del agua y el valor paisajístico
La Cascada de Lleret se nutre del deshielo y las lluvias que caen sobre la Serra del Coll de Lleret y otras zonas altas del entorno. El agua desciende en forma de torrentes y pequeños arroyos que se precipitan por las laderas hasta formar este hermoso salto.A diferencia de otras cascadas más famosas con sistemas hidrográficos complejos, esta tiene un origen superficial y local, lo que le da un carácter estacional: en primavera y después de lluvias intensas es cuando luce con mayor fuerza.
El entorno es un verdadero refugio natural, perfecto para desconectar, disfrutar del aire puro de alta montaña y contemplar la fuerza del agua en su estado más salvaje.
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