Cómo secar tus botas de senderismo con papel de periódico paso a paso
Después de una jornada de montaña pasada por agua o un cruce de ríos inesperado, es muy probable que acabes con las botas completamente empapadas. En estos casos, el secado rápido con calor no es la solución: puede deformar y dañar tus botas de forma irreversible. Por eso, uno de los métodos más eficaces, seguros y económicos es el de toda la vida: secar las botas con papel de periódico.
En este artículo te explicamos paso a paso cómo hacerlo correctamente y por qué es una técnica muy valorada por senderistas y montañistas.
Paso a paso: cómo secar tus botas de montaña con papel de periódico
1. Preparación
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Quita los cordones y las plantillas. Esto mejora la ventilación y permite secar cada parte por separado.
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Limpia la suciedad exterior. Usa un cepillo o un trapo para retirar el barro y evitar que se incruste al secarse.
2. Secado con papel
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Arruga el periódico. Haz bolas poco compactas para maximizar la absorción.
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Rellena las botas. Introduce el papel hasta la punta para cubrir toda la superficie interior.
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(Opcional) Envuelve el exterior. Si están muy empapadas, puedes cubrir también el exterior con más hojas.
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Ubícalas en un lugar ventilado. Evita fuentes de calor, elige un rincón aireado y sombreado.
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Cambia el papel cada pocas horas. A medida que se humedece, reemplázalo por papel seco.
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Ten paciencia. El proceso puede tomar de 12 a 24 horas, pero tus botas lo agradecerán.
¿Por qué funciona el papel de periódico?
El papel de periódico es poroso y altamente absorbente, lo que lo hace perfecto para retirar la humedad de forma pasiva. Además, la tinta del papel puede tener un ligero efecto antifúngico, ayudando a prevenir malos olores y la formación de moho.
¿Por qué es tan importante mantener las botas de senderismo secas?
- Evitas la aparición de moho y malos olores: la humedad es un entorno ideal para hongos y bacterias.
- Proteges las membranas impermeables: como el Gore-Tex, que puede deteriorarse con el tiempo si no se cuida bien.
- Preservas el cuero: materiales que pueden agrietarse o endurecerse si permanecen húmedos.
- Mejoras el confort: unas botas húmedas pueden causar rozaduras, frío o ampollas.
- Alargas la vida útil del calzado: el buen mantenimiento es clave para que duren muchos años.
💡 En resumen: unas botas secas son unas botas más sanas, duraderas y cómodas para tus aventuras.
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