De Escaló al monasterio de Sant Pere del Burgal | Pallars Sobirà
Inicio de la ruta: de Escaló a Sant Pere de Burgal
Comenzamos nuestra ruta cruzando el río Noguera Pallaresa a través de un puente que nos conduce al otro lado, justo enfrente del pueblo de Escaló. Una vez allí, giramos a la derecha y seguimos una pista que avanza paralela al curso del río. Este primer tramo es una caminata tranquila que nos permite disfrutar de la serenidad del entorno natural mientras nos dirigimos hacia nuestro destino.
Ascenso al monasterio: un viaje en el tiempo
Al llegar a una bifurcación en el camino, tomamos el sendero de la izquierda que asciende por la montaña. En cuestión de minutos, el paisaje cambia y nos adentramos en un frondoso bosque que esconde los impresionantes restos del monasterio de Sant Pere de Burgal.
A pesar del paso del tiempo, el monasterio conserva algunos elementos arquitectónicos que permiten imaginar su estructura original. Lo más destacado es la cabecera de levante de la iglesia, que aún se mantiene en pie con sus tres ábsides convertidos en capillas, siendo este el único espacio cubierto que queda en el monasterio.
Patrimonio románico: las pinturas murales de Sant Pere de Burgal
Uno de los puntos destacados de la visita es la posibilidad de admirar una copia de las pinturas murales románicas que decoraban el ábside principal de la iglesia del monasterio. Estas obras, atribuidas al círculo del Maestre de Pedret, son una joya del arte románico catalán. Las originales se conservan en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, pero la copia que se exhibe en el monasterio os permitirá apreciar la riqueza artística de este lugar.Para aquellos interesados en profundizar en la historia y el contexto del monasterio, se ofrecen visitas guiadas organizadas por el Ecomuseu de les Valls d'Àneu.
Exploración de los Eremitorios de Burgal
Después de explorar los restos del monasterio, podéis continuar la aventura visitando los Eremitorios de Burgal. Son pequeños habitáculos individuales donde los monjes o anacoretas se retiraban para vivir en oración y soledad extrema. Estos eremitorios probablemente dieron origen a la primera comunidad monástica de Burgal, establecida antes del año 859 bajo el liderazgo del abad Deligat, el primer abad conocido. Así, estos refugios no solo representan el aislamiento espiritual, sino también el inicio de la comunidad que dio vida al monasterio. Las cuevas se encuentran en la ladera de la montaña, añadiendo un componente adicional de aventura a vuestra visita.
Encuentro con la fauna local
Durante vuestra visita al monasterio de Sant Pere de Burgal, es posible que tengáis la suerte de observar a la ardilla común (Sciurus vulgaris), un habitante habitual de los bosques que rodean este lugar histórico. Este pequeño mamífero, fácilmente reconocible por el ruido que hace al saltar de rama en rama, es un ejemplo fascinante de la fauna local.
Comentarios