Ruta al Ibón de Cregüeña: bosques, praderas y lagos glaciares | Pirineo aragonés

Si buscas una ruta exigente pero increíblemente recompensante en el corazón del Pirineo aragonés, el Ibón de Cregüeña debe estar en tu lista. Situado a 2.630 metros de altitud, es el tercer lago de montaña más grande del Pirineo y uno de los más espectaculares. Esta ruta circular de 13 km y 1.280 metros de desnivel positivo no es apta para cualquiera, pero quienes se animen serán recompensados con paisajes alpinos, ibones glaciares y panorámicas que quitan el aliento. En este post te contamos todos los detalles para que puedas disfrutar al máximo de esta experiencia de senderismo en el Valle de Benasque.

Nota: Esta ruta está descrita según nuestra propia experiencia. La dificultad indicada es orientativa y puede variar según el estado físico, la experiencia en montaña y las condiciones personales de cada senderista. Ten en cuenta que el recorrido puede sufrir cambios según la época del año y las condiciones meteorológicas del momento.

¿Cómo llegar y desde dónde se inicia la ruta?

El punto de partida se encuentra en la localidad de Benasque, en la provincia de Huesca. Desde allí, tomamos la carretera en dirección al Hospital de Benasque. El coche se puede dejar en el camping Los Baños, donde comienza la aproximación hacia el ibón.

El recorrido empieza bajando hacia el Plan de Baños, donde ya encontramos los primeros encantos naturales de la ruta: una fuente junto a la que observamos durante un rato una curiosa salamandra, símbolo de la riqueza faunística del entorno.

Primera parte: del Camping Los Baños al Puente de Cregüeña

Desde el Plan de Baños, se toma un sendero que discurre paralelo al río. En pocos minutos se alcanza el puente de Cregüeña, donde un cartel indica el inicio oficial de la ruta, con una duración estimada de 3 horas y 30 minutos hasta el ibón.

Ascenso por el barranco de Cregüeña

El sendero sube de forma constante por la margen izquierda del barranco de Cregüeña, que nos acompañará durante gran parte del recorrido. Aunque la pendiente es pronunciada, el trazado permite llevar un ritmo constante. En torno a la hora y media, se sale del bosque para llegar a la Pleta de Cregüeña, una pradera situada a unos 2.000 metros de altitud que ofrece un respiro visual y físico.

Pleta de Cregüeña

Tramo intermedio: de la pradera al ibonet de Cregüeña

Después de atravesar la pradera, el sendero continúa su ascenso entre pinos y tramos de terreno suelto, con muchas piedras. Este es uno de los tramos más exigentes. La recompensa llega al encontrar el ibonet de Cregüeña, un pequeño lago escondido entre las rocas a mano izquierda, que marca que estamos cerca de nuestro objetivo.

Tramo final: pedrera y llegada al ibón de Cregüeña

El último tramo es el más técnico: una gran pedriza por la que hay que avanzar con precaución, evitando meter el pie entre las piedras sueltas. Incluso es posible que sea necesario trepar algunas rocas. Tras este esfuerzo final, el paisaje se abre por completo para revelar el ibón de Cregüeña completamente congelado, a 2.657 metros de altitud. Un espectáculo natural impresionante que bien merece el esfuerzo de la subida.

Ibón de Cregüeña

Exploración del ibón y regreso por el collado de Cregüeña

Una vez en el ibón, descansamos largo rato contemplando las vistas y nos calzamos los crampones para explorar con seguridad parte de su superficie helada. El regreso lo realizamos por el collado de Cregüeña, completamente nevado, sin mayores complicaciones gracias al equipo adecuado.

Una vez alcanzado nuevamente el ibonet de Cregüeña, retomamos la senda de subida hasta regresar al punto de inicio, completando una ruta circular de alta montaña inolvidable.

Ibón de Cregüeña

Collado de Cregüeña

🗺️ Mapa de la ruta

🎬 Vídeo de la ruta

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