Escarabajos del desierto en las dunas de Tidri: fauna oculta del Valle del Draa | Marruecos
Entre la arena y las rocas, descubrimos a uno de los habitantes más discretos y adaptados de este entorno extremo: el escarabajo negro del género Pimelia.
Encuentro con Pimelia sp.: el escarabajo del desierto
Tras montar la tienda y explorar los alrededores, nos topamos con varios ejemplares de escarabajos de color negro, sin alas, de aspecto robusto y movimientos lentos pero decididos. Eran individuos del género Pimelia, uno de los más representativos de los insectos que habitan zonas áridas del norte de África y el entorno mediterráneo.Estos escarabajos, de tamaño mediano y cuerpo compacto, tienen un aspecto casi blindado. Su exoesqueleto grueso y oscuro les protege de la deshidratación y del calor extremo, lo que les permite vivir en ambientes donde la mayoría de los insectos no sobrevivirían.
Adaptados al desierto: cómo sobrevive Pimelia en un entorno sin agua
El escarabajo Pimelia sp. es un verdadero especialista de la sequía. Carece de alas, lo que evita la pérdida de humedad por evaporación, y su actividad suele concentrarse en las primeras y últimas horas del día, cuando la temperatura es menos extrema.Se alimenta de materia orgánica en descomposición, cumpliendo un rol fundamental en el ciclo ecológico del desierto. Gracias a esta dieta, contribuye al reciclaje de nutrientes en suelos donde la vida vegetal es escasa.
Este género, aunque originario de Asia Central, ha colonizado buena parte del norte de África y la Península Ibérica. En España incluso existen especies endémicas en Baleares y Canarias, lo que lo convierte en un ejemplo fascinante de dispersión y adaptación.
Biodiversidad silenciosa en el corazón del Sahara
Observar escarabajos en mitad de las dunas puede parecer una anécdota menor, pero en realidad es una ventana a la biodiversidad invisible del desierto. Son especies que han evolucionado durante millones de años para resistir condiciones extremas, y que siguen cumpliendo su papel en un ecosistema que, aunque árido, está lleno de vida oculta.Encontrarlos fue un recordatorio de que incluso en los paisajes más inhóspitos, la naturaleza no se rinde. Basta con agacharse y observar con atención.
Comentarios