De Boya a la Peña Castillo y la Cueva Cristales: senderismo en la Sierra de la Culebra | Zamora
La Sierra de la Culebra, en el noroeste de la provincia de Zamora (Castilla y León), es un auténtico santuario natural. Con su relieve suave y redondeado, esta sierra se extiende por las comarcas de Sanabria, Carballeda y Aliste, ofreciendo un entorno ideal para los amantes del senderismo y la vida salvaje. ¿Su gran tesoro? Alberga la mayor población de lobo ibérico de toda Europa Occidental, además de ciervos, corzos y jabalíes que pueblan sus valles abiertos y cortafuegos.
En esta entrada te llevamos a vivir una experiencia única: una ruta circular con inicio y final en el tranquilo pueblo de Boya, con dos paradas destacadas: la Peña Castillo y la Cueva Cristales. Ideal para quienes buscan una caminata accesible pero cargada de naturaleza, misterio y fauna.
Ruta circular en la Sierra de la Culebra: Peña Castillo y Cueva Cristales
Comenzamos nuestra excursión en Boya, un pequeño y pintoresco pueblo zamorano. La mañana era fría y envuelta en niebla, una atmósfera mágica que nos acompañó hasta alcanzar los 1.000 metros de altitud. Tras caminar unos 200 metros por carretera en dirección a San Pedro de las Herrerías, tomamos un desvío a la izquierda por un camino que conduce a un cortafuegos, clave en esta ruta por la Sierra de la Culebra.Desde aquí seguimos la pista hasta un promontorio rocoso: la Peña Castillo. El sendero serpentea entre matorrales y un canchal que rodea la plataforma rocosa. Los hitos de piedra nos guían hasta la cima (1.185 m), tercera mayor altura de la sierra. Desde lo alto, donde se encuentra un vértice geodésico y una cruz de madera, se disfrutan vistas espectaculares y se vislumbra nuestro siguiente destino: la Peña de los Cristales.
Cortafuegos |
Cueva Cristales: misterio entre cuarzo y murciélagos 🦇
El descenso desde Peña Castillo nos lleva hacia el sur por un canchal, entre espesos matorrales de brezo, hasta un nuevo cortafuegos visible desde la cima. Siguiendo este tramo, alcanzamos la cresta rocosa de la Peña de los Cristales.
Rodeando la Peña por la izquierda, entre la vegetación, llegamos a la entrada de la cueva Cristales. Antaño en su interior crecían cristales de cuarzo, que dieron nombre al lugar. Hoy, casi todos han desaparecido, recogidos por visitantes en décadas pasadas. A cambio, nosotros encontramos un pequeño murciélago dormido, una imagen inesperada y mágica que recordó lo vivo que sigue estando este entorno.
Encuentro con la fauna salvaje: el momento inolvidable 🦌
Tras explorar la cueva, el sendero prosigue por un gran canchal, y más adelante enlaza con un amplio cortafuegos que comienza el descenso hacia Boya. La niebla, que había desaparecido, volvió a envolvernos de forma repentina… y en ese instante ocurrió algo extraordinario: un gran ciervo (Cervus elaphus) emergió del camino, a apenas unos metros de nosotros. Permanecimos inmóviles, observando en silencio hasta que, tras unos instantes, el animal desapareció ladera abajo.
Este encuentro resume el espíritu de la Sierra de la Culebra: un entorno donde la naturaleza se muestra sin filtros, cruda y emocionante.
Tramo final: regreso entre bosque y arroyo
Con el corazón aún latiendo fuerte por la emoción, seguimos descendiendo por el cortafuegos hasta encontrar un desvío a la izquierda. Este sendero nos adentra en un bosque tranquilo y frondoso, donde cruzamos el arroyo del Prado Guillín. Poco después enlazamos con el tramo inicial del camino, completando así una experiencia circular y redonda en todos los sentidos.
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