Ruta circular por el barranco de San Martín: pozas, cascadas y el despoblado de Morcat | Huesca
Si buscas una ruta que combine baños en pozas naturales, cascadas impresionantes y patrimonio olvidado, esta excursión por el río Sieste, en la comarca del Sobrarbe (Huesca), te va a sorprender. Se trata de una ruta circular de 9,81 km y 511 metros de desnivel positivo, que comienza en las Pozas de San Martín, recorre el barranco de San Martín hasta la espectacular Cascada del Confesionario y asciende después al pueblo abandonado de Morcat, antes de regresar por una antigua senda hasta el punto de inicio.
Una aventura accesible, variada y con rincones únicos, perfecta para una jornada de senderismo en el Pirineo aragonés.
Inicio de la ruta: desde Aínsa hasta las Pozas de San Martín
Desde Aínsa, tomamos la carretera N-260 en dirección a Sieste. Pasada esta población, continuamos por una estrecha carretera asfaltada durante 4 km, hasta llegar al aparcamiento de las Pozas de San Martín, donde encontramos un panel informativo con el mapa de la ruta.Cruzamos el río Sieste y comenzamos a andar. En apenas 10 minutos, llegamos a la zona de las Pozas de San Martín, una sucesión de piscinas naturales excavadas en la roca por la erosión del agua. En este tramo es habitual encontrar fauna del entorno, como la serpiente de agua que pudimos observar en nuestra visita. 🐍
Remontando el río Sieste hasta la Cascada del Confesionario
Al final de las pozas, encontramos una bifurcación señalizada que ofrece dos alternativas para llegar a la cascada del Confesionario: por sendero o por el cauce del río. Optamos por la opción "Confesionario por cauce", mucho más aventurera, y seguimos río arriba hasta alcanzar la Poza de Chinchirigoy, en cuya pared se abre una cueva que cubre parcialmente la poza.Para seguir la ruta, retrocedemos unos metros y tomamos un sendero que asciende por la derecha, dejando atrás la poza. Esta subida nos conduce hasta la cabecera de la cascada, en la desembocadura del Barranco Fondo. Subimos unos metros más por el cauce ancho del Barranco de San Martín, hasta situarnos ante la Cascada del Confesionario, donde el agua se precipita desde más de 50 metros de altura. Un rincón impresionante, salvaje y poco frecuentado.
Poza de Chinchirigoy |
Cascada del Confesionario |
Subida a Morcat: un viaje al pasado entre barrancos y ruinas
Tras disfrutar del salto de agua, desandamos unos metros hasta la desembocadura del Barranco Fondo. Allí, en la orilla izquierda, un hito de piedras marca el inicio de una estrecha senda que remonta este barranco. La subida se realiza mediante zigzags, ganando altura de forma progresiva hasta quedar sobre el barranco.Avanzamos por este sendero hasta encontrar paneles indicativos hacia Morcat, el pueblo abandonado al que llegamos tras un ascenso largo pero llevadero. Morcat fue habitado hasta los años 70 y conserva los restos de cinco casas y una iglesia románica. Su elemento más destacable es la gran torre de la iglesia de Santa María, de finales del siglo XI, aunque en estado muy deteriorado.
Este tramo de la ruta ofrece una pausa diferente, donde la historia y la memoria de los pueblos deshabitados del Pirineo toman protagonismo.
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Interior de la Iglesia de Santa María de Morcat |
Morcat |
Regreso al punto de inicio por el Camino de Morcat
Desde Morcat, descendemos por el Camino de Morcat, una antigua vía que conecta el pueblo con las tierras bajas. Enlazamos con una pista y, al llegar a un cruce señalizado con dirección San Velián, seguimos por la izquierda. Poco después encontramos un sendero señalizado a la derecha, que baja directamente a las Pozas de San Martín, completando así esta circular tan variada y gratificante.Pozas de San Martín |
🗺️ Mapa de la ruta |
🎬 Vídeo de la ruta |
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