A solo 10 minutos en coche de Puigcerdà, se encuentra Llívia, un pueblo perteneciente a la provincia de Girona que tiene una peculiaridad única: está completamente rodeado por territorio francés. Este enclave histórico es el punto de partida de una fascinante ruta de senderismo que combina naturaleza, historia y vistas espectaculares. A lo largo de un recorrido de 6 kilómetros, con 223 metros de desnivel, descubriréis lugares emblemáticos como el Castell de Llívia, la Font del Sofre y la Font del Ferro. ¡Un plan perfecto para los amantes del aire libre y la historia!
Punto de inicio: el Camí d’Estaüja
Para comenzar esta ruta, os recomendamos dejar el coche al final de la Calle de Les Bulloses, donde se inicia el Camí d'Estaüja. Este sendero bien señalizado os llevará, tras unos pocos metros, al primer desvío importante: el camino que sube al Castell de Llívia, ubicado en lo alto del Puig de Llívia, a 1.357 metros de altitud.
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| Subida al castell de Llívia |
Castell de Llívia: historia en la cima
El ascenso hasta el castillo es corto pero algo empinado. Al llegar a la cima, os recibirán los restos del antiguo Castell de Llívia, una fortaleza que fue destruida en 1478 por las tropas del rey francés Luis XI. Desde este punto estratégico, podréis disfrutar de una vista panorámica de 360° sobre toda la Cerdaña. Un lugar ideal para tomar fotos y apreciar la magnitud del paisaje que os rodea.
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Llívia
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Murallas exteriores del Castell de Llívia
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| Castell de Llívia |
Camí del Sofre y la Font del Sofre
Tras descender del castillo y retomar el Camí d’Estaüja, continuaréis avanzando hasta llegar a un cruce. Aquí debéis seguir por el Camí del Sofre, el sendero que os llevará a la Font del Sofre. A medida que os acerquéis, pasaréis por la entrada de la antigua Pedrera de Llívia y bajaréis unos escalones hacia el Rec d'Estaüja, donde se encuentra esta peculiar fuente. Como su nombre indica, las aguas de la Font del Sofre contienen azufre, lo que les otorga un olor característico y propiedades minerales únicas.
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Camí del Sofre
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Lagarto ocelado (Timon lepidus)
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Font del Sofre
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Camino a la Font del Ferro: un bosque con historia
De regreso al camino principal, la ruta se adentra en un tramo con algo más de desnivel. Tras aproximadamente 1 kilómetro, encontraréis una bifurcación con un poste indicativo hacia la Font del Ferro. Siguiendo este sendero, cruzaréis el Pont del Carrasut, un puente de finales del siglo XIX que conserva vestigios de un antiguo acueducto. A medida que ascendéis, notaréis cómo el terreno comienza a teñirse de rojo, una señal de que os acercáis a esta fuente de agua ferruginosa. Aunque el caudal es escaso, la riqueza en hierro del suelo deja un paisaje característico y único.
Regreso a Llívia
El retorno se realiza por el mismo camino. Es una oportunidad perfecta para disfrutar nuevamente de los paisajes, observar detalles que quizás pasasteis por alto y respirar el aire puro de este entorno natural.
Ruta y Video
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