Iglesia de Sant Sadurní de Fustanyà, una joya románica en la Vall de Ribes | Ripollès (Girona)


En plena Vall de Ribes, en el Pirineo de Girona, se alza la iglesia de Sant Sadurní de Fustanyà, uno de los mejores ejemplos del románico rural catalán. Situada en el pequeño núcleo de Fustanyà, dentro del municipio de Queralbs, este templo conserva siglos de historia y leyendas que lo convierten en un lugar de gran interés cultural y patrimonial.

Ubicación y entorno

La iglesia se encuentra en una posición elevada, en la ladera del pico de Roques Blanques, desde donde se dominan vistas panorámicas del valle del río Freser.

El núcleo de Fustanyà, hoy con muy pocos habitantes, está formado por un gran mas (masía) y la iglesia, acompañada de un cementerio. Se accede por una pista asfaltada que conecta con la carretera entre Ribes de Freser y Queralbs, a poco más de 1 km de este último pueblo y a 1.240 metros de altitud.

Arquitectura

La iglesia es un magnífico ejemplo de románico rural del siglo XII, caracterizado por la sencillez y el uso de materiales locales.

  • Nave única: cubierta con una bóveda de cañón ligeramente apuntada.

  • Ábside semicircular: más pequeño, con cornisa de ménsulas y una ventana central.

  • Arco de triunfo: separa la nave del ábside.

  • Portal sur: formado por arquivoltas en degradación. La puerta de madera conserva sus herrajes románicos originales.

  • Campanario: la espadaña original fue sustituida por una torre cuadrada en el siglo XVI.

  • Decoración: los sillares de piedra, dispuestos con gran regularidad, han asegurado una buena conservación.


Patrimonio y leyendas

La iglesia de Sant Sadurní de Fustanyà está incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña y se considera uno de los grandes testimonios de la arquitectura religiosa medieval en la Vall de Ribes.

Una curiosa leyenda local cuenta que fueron brujas quienes ayudaron a levantar la iglesia, colocando con magia las piedras más sólidas de la construcción. Sin embargo, al ser engañadas, abandonaron la obra antes de terminar el campanario, lo que explicaría por qué esta parte del edificio no alcanzó la perfección del resto.

Comentarios

Christopher ha dicho que…
A researcher who loves the region of Queralbs reports this curious bit of local history. Some say that in the 12th century, witches and humans lived in harmony. In their infinite vanity, men wanted a perfect church, but were incapable of finding the best stone, and hadn’t enough imagination to lay out the floor plan and realize it. So they got some witches together and told them they wanted to build a temple dedicated to them, but knew they couldn’t do so without the witches’ help. And how grateful the witches were, as they worked through the night choosing be best blue marble, transporting it to Fustanyà, and placing one stone carefully on another, with incredible precision, forming the perfect house the men had drawn on the ground. But soneone did a little more talking than he should have. “What you’re building is a church! Don’t you see? You’ve been fooled!” Resentfully, the witches withdrew to their caves. The belltower had to be made by men, with their irregularity, their bad taste, their bad work.

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