Numerosos montículos de piedra en lago Thingvallavatn | Islandia
Thingvellir (Þingvellir) es uno de los destinos más emblemáticos de Islandia, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2004. Situado a 50 km al noreste de Reikiavik, a orillas del lago Thingvallavatn (en islandés, 'el lago del Þingvellir'), este parque nacional combina historia, geología y paisajes espectaculares que no os dejarán indiferentes. Cerca del lago, descubriréis una extensa zona con numerosos montículos de rocas, conocidos como cairns, que han sido utilizados a lo largo de la historia con diferentes propósitos. La ruta por Thingvellir es una de las paradas obligadas en la excursión del Círculo de Oro.
Ruta hacia Thingvellir
El recorrido hacia Thingvellir comienza en Reikiavik y sigue la Ring Road 1 en dirección norte, para luego desviarse por la carretera 36. Lo primero que encontraréis es el majestuoso lago Thingvallavatn, el más grande de Islandia, con una extensión de 84 km². Este lago marca la entrada al valle de Thingvellir y su proximidad a la capital lo convierte en un destino accesible para los viajeros.
Los cairns de Islandia: historia y simbolismo
Al recorrer el área de Thingvellir, os sorprenderán los numerosos montículos de piedra conocidos como cairns. Estas pilas de piedras tienen un profundo significado en la cultura islandesa. Aunque hoy en día se utilizan como puntos de referencia para senderistas, en la antigüedad cumplían funciones astronómicas, prácticas y ceremoniales, e incluso se usaban como monumentos sepulcrales.
Los cairns son considerados símbolos de buena suerte para los viajeros. Sus formas variadas invitan a la reflexión y representan hitos personales y momentos de paz en medio de la vastedad del paisaje islandés.
Protección del Patrimonio: no alterar los cairns
Debido a su importancia histórica y cultural, las autoridades islandesas han implementado medidas para proteger estos antiguos marcadores. Las autoridades de Islandia recomiendan encarecidamente no alterar, mover ni construir cairns adicionales, ya que pueden desorientar a los caminantes y causar daños al delicado ecosistema.
Recientemente, se ha observado un aumento en la construcción de cairns por parte de turistas para obtener fotografías llamativas, lo que ha generado preocupaciones sobre su impacto ambiental. En algunos casos, la acumulación excesiva de piedras ha requerido la intervención de guardaparques para restaurar el área.
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