Castillo Viejo de la Selva de Oza: historia militar en el Pirineo Aragonés | Huesca

En pleno corazón del Pirineo Aragonés, en la Selva de Oza (Huesca), encontramos no solo naturaleza exuberante y senderos legendarios, sino también vestigios históricos que nos trasladan a épocas de frontera y vigilancia. Muy cerca del antiguo campamento de San Juan de Dios, el recorrido hacia la calzada romana nos regala una parada inesperada: el Castillo Viejo o Castiello Biello, una torre militar que guarda silenciosamente siglos de historia.

Un enclave estratégico en la montaña

A unos 1.170 metros de altitud, se alzan los restos de esta construcción del siglo XVIII, erigida durante el reinado de Fernando VI. Su función era claramente defensiva y estratégica: controlar el paso de mercancías que atravesaban estos valles y servir de refugio frente a los bandoleros que merodeaban por la zona.

El acceso al Castillo Viejo forma parte de la ruta que conduce a la calzada romana de la Selva de Oza, por lo que se convierte en un alto en el camino lleno de interés. El recorrido transcurre casi en su totalidad bajo la sombra del bosque, lo que lo hace especialmente agradable en verano. La torre aparece en el paisaje como un recordatorio de cómo este territorio no solo fue paso natural entre montañas, sino también escenario de vigilancia y defensa.

Un legado poco conocido del Pirineo Aragonés

Aunque hoy apenas se conservan los restos de la torre, su valor histórico es indudable. El Castillo Viejo de la Selva de Oza es un testimonio de cómo las rutas pirenaicas siempre han estado ligadas a la historia: primero con los romanos y su calzada, y siglos más tarde con fortificaciones para mantener el control de los pasos. Visitarlo es descubrir otra faceta del Pirineo Aragonés, donde naturaleza y patrimonio se funden en un mismo paisaje.

🎬 Explora con nosotros los restos del Castillo Viejo en la Selva de Oza.

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