Los muros de piedra seca con fósiles marinos que puedes ver en El Catllar | Tarragona
Una técnica tradicional con raíces profundas
La piedra seca, también conocida como pared seca, es una técnica constructiva tradicional que se basa en encajar piedras sin utilizar ningún tipo de argamasa, solo con la propia habilidad del constructor. En ocasiones, se emplea arena seca para rellenar pequeños huecos y dar estabilidad al conjunto.Esta técnica, presente en todo el Mediterráneo, ha sido clave para modelar el paisaje rural. En Cataluña, y especialmente en el entorno de El Catllar (Tarragona), ha servido durante siglos para construir muros de contención, delimitar campos agrícolas y formar terrazas de cultivo.
El paisaje de El Catllar: piedra, campo y fósiles
El término municipal de El Catllar, en el Tarragonès, está lleno de ejemplos de muros de piedra seca perfectamente integrados en el entorno. Los campos de cultivo, los antiguos caminos rurales y las zonas forestales que rodean el núcleo urbano muestran cómo el ser humano ha sabido adaptarse al medio con ingenio y respeto por la naturaleza.
Una de las particularidades más interesantes de estos muros en El Catllar es que muchas de las piedras utilizadas proceden del entorno inmediato, ricas en roca caliza de origen sedimentario. Esto ha dado lugar a un fenómeno singular: la aparición de fósiles marinos visibles a simple vista.
Fósiles marinos: historia geológica en los muros
Los muros de piedra seca de El Catllar no solo son testigos de una técnica ancestral, sino también de una historia geológica que se remonta a millones de años. Muchas de las piedras utilizadas contienen fósiles de conchas marinas, restos de antiguos moluscos y otros organismos marinos que vivieron cuando esta zona estaba sumergida bajo un mar cálido y poco profundo.
Estos fósiles se han conservado de forma natural y hoy pueden observarse integrados en los muros, sin necesidad de herramientas ni excavaciones.
El GR 172: una ruta entre historia, naturaleza y fósiles
Uno de los recorridos más recomendables para descubrir este patrimonio único es el GR 172, un sendero de gran recorrido que une Tarragona con Santes Creus. Este itinerario, que forma parte del Camino de Santiago catalán, atraviesa El Catllar, permitiendo conocer tanto su núcleo urbano como su entorno natural.
Tras cruzar el pueblo y una antigua vía de ferrocarril hoy en desuso, el sendero se adentra en una zona agrícola salpicada de muros de piedra seca con fósiles marinos. Es un tramo ideal para observar cómo se entrelazan la geología, la tradición y el paisaje, en una experiencia que combina cultura y naturaleza.
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