Las pinturas románicas de Sant Serni de Baiasca: un tesoro oculto en el corazón del Pallars Sobirà
En este post te contamos cómo descubrir esta maravilla del siglo XII, qué representan sus frescos y por qué vale la pena incluir Baiasca en cualquier escapada cultural o de senderismo por la zona.
La iglesia de Sant Serni de Baiasca: una construcción románica con cripta
Baiasca es una pequeña aldea que aparece entre montañas como un refugio detenido en el tiempo. Al llegar, lo primero que destaca desde la carretera es el campanario de la iglesia románica de Sant Serni, una construcción del siglo XI que se adapta al desnivel del terreno mediante una cripta inferior y un ábside semicircular característico del estilo románico lombardo.El edificio, de una sola nave, conserva su estructura original con muy pocas modificaciones, lo que le otorga un aire sobrio, auténtico y profundamente evocador. Pero lo más sorprendente se encuentra en su interior, tras una puerta discreta y camuflada en el altar...
Un hallazgo inesperado: las pinturas murales románicas in situ
Fue en 1977, durante unas tareas de restauración, cuando se descubrieron estas pinturas románicas ocultas tras un altar barroco. El hallazgo fue notable: a diferencia de otros conjuntos románicos del Pirineo, que hoy se encuentran en museos, las de Baiasca se conservan en el lugar para el que fueron creadas, en el ábside de la iglesia.Este hecho las convierte en un testimonio excepcional del arte románico catalán, no solo por su valor artístico, sino también por la experiencia inmersiva que supone contemplarlas tal como lo hicieron los fieles hace casi 900 años.
Un pantocrátor entre ángeles y apóstoles: interpretación del programa iconográfico
El conjunto pictórico está presidido por un imponente pantocrátor en mandorla, ubicado en la parte superior del ábside. Aunque está parcialmente mutilado, aún conserva su poder simbólico: Cristo aparece majestuoso y rodeado por una mandorla que enfatiza su divinidad. A ambos lados se sitúan ángeles en distintas actitudes, algunos de pie, otros volando, en una disposición dinámica que rompe con la rigidez habitual del románico.En el registro inferior, como un gran friso continuo, se alinean figuras de gran tamaño que representan una sucesión de apóstoles y doctores de la Iglesia. Su proporción, expresividad y colocación transmiten un mensaje de orden y jerarquía espiritual, muy acorde con la iconografía románica.
La técnica mural, los colores empleados y la conservación del conjunto permiten apreciar detalles que rara vez se mantienen tras siglos de historia.
¿Cómo se pueden visitar las pinturas murales de Baiasca?
Acceder a este tesoro románico no es complicado, pero sí requiere una actitud respetuosa y cercana. Las pinturas no están siempre abiertas al público, ya que la iglesia permanece cerrada de forma habitual. Sin embargo, si se solicita la llave en alguna de las casas del pueblo, es posible entrar y disfrutar de esta obra única.Los vecinos, conscientes del valor cultural que custodian, suelen colaborar con quienes muestran verdadero interés. Por eso se recomienda ir con tiempo, preguntar con amabilidad y valorar el privilegio que supone contemplar un conjunto románico original en su contexto histórico y físico.
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