Excursión de Agouti a Ikkis N’Arous: ruta de senderismo por el Valle de Arous en el Alto Atlas | Marruecos
El Valle Aït Boguemez, también conocido como el “Valle Feliz”, es uno de los rincones más auténticos del Alto Atlas marroquí. Desde este valle parten numerosas rutas de senderismo que permiten adentrarse en aldeas bereberes, paisajes de alta montaña y valles fluviales de gran belleza. En esta ocasión compartimos nuestra experiencia en la excursión desde Agouti hasta Ikkis N’Arous, una planicie pastoril rodeada por las imponentes montañas del Atlas y punto de inicio de la ascensión al Ighil M’Goun (4.071 m).
Descripción de la ruta de Agouti a Ikkis N’Arous
La caminata comienza en Agouti y discurre siempre siguiendo el curso del río Arous. El recorrido tiene una duración aproximada de 3 horas de ascenso, a ritmo tranquilo, hasta llegar a Ikkis N’Arous, donde se encuentra el Café-Bar Atlas. Se trata de una ruta de dificultad moderada, apta para senderistas habituados a caminar por terreno de montaña, con desniveles progresivos pero accesibles.El primer tramo atraviesa la meseta de Tamzrit y pronto se adentra en el valle del Assif n’Arous (Valle de Arous). La primera aldea que encontramos es Aït Said, un pequeño núcleo de casas tradicionales. Tras atravesarlo, el sendero continúa ascendiendo suavemente hasta llegar a la aldea de Arous o Arousse (1.900 m), situada en el centro de un circo rocoso de paredes anaranjadas que ofrece un paisaje espectacular.
Desde aquí, el camino sigue paralelo al cauce del río Arous, alternándose de un lado a otro mediante pequeños pasos y senderos. La frescura del agua y la vegetación ribereña acompañan al excursionista durante todo el recorrido.
Llegada a Ikkis N’Arous
Tras unas 3 horas de marcha, se alcanza la amplia planicie de Ikkis N’Arous, donde el horizonte se abre con la visión de las montañas del Atlas al fondo. Aquí encontramos un pequeño núcleo de casas y el conocido Café-Bar Atlas, una construcción de piedra con techo aterrazado que abre en verano para agricultores y senderistas.Junto al bar hay un surtidor de agua, traída mediante un canal desde el río, lo que lo convierte en un punto ideal para descansar y reponer fuerzas. La sorpresa del lugar es una pequeña tienda de artesanía donde se venden pañuelos y otros productos tradicionales bereberes.
Durante nuestra visita, además, tuvimos la oportunidad de ver cómo los agricultores locales realizaban el proceso de la trilla, una estampa auténtica de la vida rural en el Alto Atlas.
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