Si buscas una ruta menos conocida, exigente y cargada de aventura en el Pirineo aragonés, la subida a la Punta Trallata (también conocida como Pueyo Ballarín, 2.027 m) es perfecta para ti. Esta ruta circular de casi 20 km y 1.092 metros de desnivel positivo no solo ofrece un espectacular mirador hacia el Taillón y la Brecha de Rolando, sino que también pondrá a prueba tu capacidad de orientación, ya que buena parte del recorrido carece de señalización clara una vez se abandona el GR-15.
En esta entrada te contamos nuestra experiencia personal (¡con todos los tropiezos incluidos!) para que tengas una idea realista de qué esperar. Eso sí, no recomendamos seguir el track GPS que incluimos ⚠, ya que nosotros mismos estuvimos perdidos tanto en la subida como en la bajada. Aun así, fue una experiencia enriquecedora y logramos coronar la cumbre. ¿Te atreves a intentarlo?
Nota: Esta ruta está descrita según nuestra propia experiencia. La dificultad indicada es orientativa y puede variar según el estado físico, la experiencia en montaña y las condiciones personales de cada senderista. Ten en cuenta que el recorrido puede sufrir cambios según la época del año y las condiciones meteorológicas del momento.
Cómo llegar a Buesa, punto de partida de la ruta
El pequeño pueblo de
Buesa, situado a solo 3 km de
Broto, en el noreste del
Valle de Broto (provincia de Huesca), es el inicio de varias rutas hacia la Punta Trallata. Llegar es sencillo en coche, y desde aquí empieza la aventura.
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| Buesa |
Salida desde Buesa y tramo inicial por el GR-15
Desde Buesa tomamos el
GR-15 en dirección a
Fanlo, también conocido como la
Senda Prepirenaica. Cruzamos el
barranco de Buesa y pronto aparece la iglesia de
San Juan Bautista. El sendero nos lleva a través del frondoso
bosque de la Pardina del Señor, cruzando varios barrancos como el de
Santo Tomás,
Bun y finalmente el
barranco del Baño, donde encontramos una bonita cascada.
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GR-15
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| Barranco de Bun |
Abandono del GR-15 y comienzo de la aventura
Tras la cascada, salimos a una pista forestal. El GR-15 sigue pista abajo, pero nosotros subimos, dejando atrás la Senda Prepirenaica. Cruzamos de nuevo el barranco del Baño y, al no encontrar una senda clara, continuamos en paralelo al torrente. Aquí comenzaron las complicaciones: una pared de piedra infranqueable nos obligó a buscar alternativas subiendo por una empinada ladera entre vegetación densa.
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| Barranco del Baño |
Llegada al barranco seco y Collada FurcoTras
mucho esfuerzo y algún tramo de trepada, encontramos un sendero cruzando el barranco. Sin dudarlo, lo seguimos hasta alcanzar la
Collada Furco (1.843 m). Por suerte, antes del collado dimos con un
abrevadero, lo que nos permitió
rellenar cantimploras con pastillas potabilizadoras.
Ascenso final a la Punta Trallata (Pueyo Ballarín)
Desde el collado se ve la cara sur del Pueyo Ballarín, una gran pradera por la que se puede subir trazando zetas. Finalmente alcanzamos el vértice geodésico en la cima (2.027 m), un mirador privilegiado con vistas al Taillón y la Brecha de Rolando.
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| Pueyo de Ballarín o La Trallata |
Regreso a Buesa (y más desafíos de orientación)
Tras las fotos y el merecido descanso, bajamos de nuevo hacia el
Collado Furco y seguimos hacia la
sierra de Capañeta. Aquí fue muy fácil perderse: acabamos entre bosques de pinos y espinos. Gracias al GPS logramos encontrar un sendero cerca de las ruinas de un antiguo caserío. Desde allí, por un camino sorprendentemente bien marcado, pudimos regresar a Buesa.
Ruta y Video
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